Aunque es natural que existan variaciones por efectos de oferta y demanda, la diferencia o valor agregado entre un kilo de la hoja de coca y un kilo de clorhidrato de cocaína es abismal y explica, de alguna forma, la gran capacidad de acumulación de ganancias que permite este tráfico ilegal.
Según un estudio de la Organización de las Naciones Unidas Contra la Droga y el Delito, si se asigna al kilo de hojas de coca un valor 1,1, la pasta base se cotizará en 910, la base cocaína en 1.090 y la cocaína procesada en 1.860. Estos valores corresponden a Colombia, pero las variaciones con relación a otros países productores no son significativas. De la cocaína en 1.860, en Colombia, los valores se disparan a 22.070 en el mercado de Estados Unidos y llegan a 47.690 en Europa.