¿Cómo fue tu primera vez en el escenario?
Por accidente, unos compañeros ensayaban una obra en el colegio y me puse a críticarlos. Un compañero japonés hacía de chino y al final terminé haciendo ese rol.
¿Cuál fue el viaje que más me te emocionó?
Cuando fui a Japón y Corea a conocer a mi familia, viajé con mi hermana. Llegamos a Tokio le dije a mi hermana: “María, miechi, esto está lleningo de chinos” jajaja.
¿Qué música te gusta?
La que me haga bailar, o me traslade a un momento de mi vida donde fui feliz. No tengo un género específico, puede ser folclore, pop, rock, etc. Eso sí, rara vez reggaeton.
¿Cómo te liberas del estrés?
Haciendo ejercicios, practicando meditación a través del tai chi, o mantak kia y bueno, escuchando música en el auto, o simplemente conversando con un buen amigo.
¿Cuál es tu plato favorito?
El Chang jang myun, un plato coreano, tipo espagueti, pero la salsa está hecha a base de algas, y mi madre lo hace mejor que nadie.
¿Cómo crees que debe ser un actor?
Humilde. Es muy fácil caer en la trampa del ego.
¿Te gusta leer libros?
Muy poco, la verdad, pero tengo pendiente 4 libros de Leo Masliah, 2 de Yukio Mishima y como 10 de teatro. Disfruto de Kafka y de Los Estados del Gatonegro, de mi mejor amigo F. Morón.
¿Con qué refrán o frase te identificas?
Nada es imposible. Como decía mi padre: Si hay una montaña en frente y no puedo cruzarla, poco a poco, la tumbo.