En sendos estudios experimentales realizados en estudiantes universitarios, se observó claramente la relación directa entre el ejercicio cardiovascular de alta intensidad e impacto, con un aumento en el aprendizaje de vocabulario nuevo y el tiempo de reacción. Otro estudio mostró que la velocidad de procesamiento del cerebro y la memoria en adultos mejoraron después de hacer ejercicio moderado durante media hora.
Por otra parte, se muestra que si el ejercicio se practica con regularidad entre 15 y 18 años, el rendimiento cognitivo aumenta, lo que sugiere que la educación física debería jugar un papel clave en las escuelas. A esto se añade que se ha comprobado que, entre los sujetos estudiados, aquellos que estaban en forma a los 18 años tenían más probabilidad de acceder a estudios superiores y obtener puestos de trabajos cualificados que el resto.