Según el Arzobispo, en la intervención policial se destruyeron las imágenes de la Virgen María y del Divino Niño, se hicieron pedazos varios cuadros religiosos y se vaciaron los objetos sagrados del armario de la sacristía.
Denunció que también se causó destrozos en el colegio construido por la Iglesia en el penal, y se sacaron enseres y subsidios educativos.
El prelado aseguró que nunca los privados de libertad habían faltado el respeto a ese lugar de culto. “Me pregunto ¿Quiénes lo han hecho y a qué apuntaban? ¿Por animadversión al Señor y a la Virgen o por intimidar a la Iglesia por la labor que desarrolla en bien de los privados de libertad?”, cuestionó.
Gualberti anunció que se realizará una celebración de reparación en dicha Capilla, en cuanto haya las condiciones para llevar adelante la ceremonia.