Consecuencias
Aunque existen distintos tipos de insomnio, definidos principalmente por su duración, severidad y horarios, lo cierto es que todos ellos nos pueden causar serios problemas a nuestra salud. Es por ello que, en caso de padecer un cuadro agudo de insomnio, lo mejor sería visitar a un especialista, quien nos dirá cuáles son las opciones que tenemos para resolver este problema.
La somnolencia diurna es una de las consecuencias más importantes de padecer insomnio. En este caso nuestro cuerpo resiente la falta o mala calidad del sueño, por lo que en el día nos sentimos permanentemente cansados o con sueño. Por supuesto, la somnolencia diurna desencadena otros problemas que mencionaremos más adelante.
Distintos estudios han confirmado que dormir poco o tener una mala calidad del sueño desencadena depresión. Principalmente cuando el insomnio es prolongado y severo. Al no recuperarse, nuestro cuerpo deja de producir un conjunto de sustancias que nos hacen sentir bien, ocasionándonos depresión.
Otra de las consecuencias más comunes de padecer insomnio es la irritabilidad. Especialistas afirman que la falta de sueño provoca que nuestro sistema nervioso sufra alteraciones, afectando a todo nuestro organismo. A su vez, todo ello desencadena cambios en el estado de ánimo, haciendo que nos irritemos más fácilmente.
El insomnio provoca que el estrés esté presente en todo momento, formando una suerte de cadena
Como consecuencia de la somnolencia diurna, el insomnio también causa falta de concentración
Dormir mal ocasiona que nuestro organismo y nuestro cerebro, no tengan una recuperación plena