Los músculos pequeños son totalmente lo contrario. Es por esto que no los podemos medir por el mismo rasero, y que tenemos que tener en cuenta varias cosas a la hora de entrenar unos músculos u otros para evitar una sobrecarga y un mal desarrollo. Un ejemplo de músculos grandes son los pectorales, glúteos, los femorales.
Por el contrario tenemos los músculos pequeños que son más delicados y por lo tanto debemos poner especial cuidado en su entrenamiento. Algunos de los más destacados son el deltoides, el bíceps, el tríceps... Son grupos musculares que contienen menos superficie y por lo tanto menos fibras.